Lara Sterling ya guardó en el armario el látigo con que azotaba a sus "clientes esclavos" y los tacos agujas con que los pateaba y pisaba sin cesar. Ahora que su libro "Confesiones de una dómina" arrasa en las librerías españolas, esta estadounidense de 34 años sueña con ser escritora y dejar atrás los tres años en que practicó el sadomasoquismo bajo el seudónimo de Mistress Vita.
En 256 páginas Sterling narra algunas de las historias que acumuló con los hasta tres clientes diarios que martirizaba a cambio de 300 euros (231 mil pesos) por sesión. Llegó a tener mucho dinero y se dio la gran vida, primero en Estados Unidos y luego en España, pero hace dos años se hastió de su estilo de vida extremo, del riesgo que corría con cada cliente y tener que fingir que lo pasaba bien.
Hoy ya no es una dominatrix. Dedica su tiempo a terminar de escribir otras dos novelas que tiene en barbecho y a promocionar su libro en la televisión. Es más, ahora se define como una chica universitaria normal y se apura en contar que estudió historia y política.
Su vida, sin embargo, no está del todo resuelta. Si bien dejó el dinero fácil, en el camino perdió a casi todos sus amigos y está a la espera de lo que ocurrirá con sus conservadores padres que aún no saben de sus andanzas. |